
Si algo caracteriza nuestros días desde que empezamos este confinamiento, es que no hemos buscado en ningún momento ser muy productivos ni hacer muchísimas cosas, asfixiarnos a tareas, horarios, recetas o videollamadas y tutoriales. Nuestra vida ha discurrido casi como siempre, con la ayuda y el privilegio que es vivir en un pueblo de sólo 75 habitantes, y tener jardín y terraza, aunque sea de alquiler.
Si algo estoy aprendiendo de esta dura situación es que si pensaba que ya llevaba una vida slow, aún he conseguido llevarla más, y más austera… Y me gusta… Si a eso le añado poder estar con mi gente de vez en cuando, creo que he encontrado bastante lo que va a ser mi día a día a partir de ahora.

El tema de los niños me parece mucho más complicado, no entiendo qué está pasando con ellos, porqué se ha establecido una tabla rasa en la que no se les tiene en cuenta: ni sus necesidades, ni sus capacidades… Totalmente injusto. Y totalmente injusto el silencio que les rodea con un: «están bien y se adaptan». Adaptarse no significa estar bien… En fin, sería un largo tema pero espero que pronto se tomen medidas.
Por eso yo no quería agobiar a Violette a tareas ni ponerle un horario estricto, lo que me complicaba un poco la situación porque si de normal soy muy creativa y tengo un montón de ideas, o simplemente paseando luego las ideas surgen con los materiales que encontramos, ahora, en mi recta final de embarazo mi cuerpo y mi mente no están en ese mismo punto.
Pero las casualidades no existen y si algo he podido comprobar a lo largo de este confinamiento es que el corazón de las personas vale mucho más que cualquier otra cosa y a pesar de la distancia, he podido sentirme más cerca que nunca de muchísima gente, a través de diferentes actos de bondad.
Recibimos este regalazo de ING EDICIONS , el pack de las 6 revistas CAMPANADA. Un pack al que siempre le había prestado atención pero no había terminado de decidirme. No os miento si os digo que ha sido y sigue siendo EL MATERIAL de este confinamiento. Desde una perspectiva Waldorf, totalmente en armonía con la naturaleza, el entorno…las actividades se suceden unas tras otras de forma orgánica.






Siempre con la belleza que acompaña a toda la Pedagogía Waldorf y a la Antroposofía. Si eres maestro, pedagogo o tienes hijos, nietos a tu cargo y eres afín a esta pedagogía, este es tu material, te asegura horas y horas de creatividad, belleza, juego y aprendizaje.
Y nada es porque sí, dentro de cada fascículo viene un cuaderno para el adulto, con un montón de artículos donde se explica el por qué de cada temática, todo tiene un sentido y es una maravilla.
Hemos sido indios, hemos dibujado flores, hemos cocinado un montón, preparado sacos medicinales, jugado al memory, hemos leído muchos cuentos con sentido, hemos pintado, escrito…








Un tesoro del que seguiremos disfrutando tiempo y tiempo y que voy a usar en mis clases y grupos de juego seguro. Un material que no requiere de prisas, ni de conceptos intelectuales pero que aporta una enorme cantidad de aprendizaje.
Realmente espero que os animéis a haceros con él, nunca recomendaría nada en lo que no creyese, eso tenerlo por seguro.
Y mientras tanto, la Pascua ha llegado y hemos aprovechado para añadir a nuestros materiales y temática nuestro querido cuento de la Liebre de Pascua, en su versión antigua y la nueva de este año, que tiene unos dibujos maravillosos. La podéis encontrar aquí . Es un libro para leer años y años en esta época del curso. En mis clases lo leemos durante el mes antes de Pascua y siempre quieren alargarlo después, nos habla de la superación de obstáculos, de encontrar siempre la medida justa en todas las cosas. Violette es un libro que no aburre jamás, de sus favoritos. Y hoy, Domingo de Pascua, os lo recomiendo aún más y más.

Gracias por pasaros y compartir, deseo de todo corazón que estéis bien y que podáis pasar estos días de la mejor forma posible, os mando todo mi amor y un abrazo enorme a todos.
Malka
El post entre Indios y Flores ha aparecido por primera vez en Miss Red Cape