No hay duda de que los rasgos especiales en el carácter y la mentalidad de ciertos niños y adultos, se deben al lugar que ocupan en el orden de nacimiento de la familia.
Karl König
Leer a Karl König es siempre una aventura. Momentos en los que pienso que al hombre, literalmente, se le ha ido la cabeza y momentos en los que un asentimiento interior y una observación detallada del entorno te hace ver que tiene razón y que al nivel de profundidad que llegó en sus investigaciones, pocas personas podrán llegar.
Fue zoólogo y un gran y reconocido médico, fundador del Movimiento Camphill y gran educador. Sus libros sobre pedagogía e infancia son de incalculable valor.
En este libro trata de explicarnos cómo el orden de nacimiento dentro de una familia marca arquetípicamente nuestra forma de ver el mundo y nuestro propósito en él, incluyendo luego, por supuesto, las individualidades de cada ser humano.
Es un libro de gran valor para todos aquellos que nos dedicamos a la educación y trabajamos con niñ@s, así como para padres y familiares.
Según König, no hay más que cuatro tipos fundamentales de hij@s: el/la hij@ único, primogénit@, segund@ y tercer hij@. A partir de ahí, según él, el esquema se repite: del/la cuart@ en adelante siguen otra vez el esquema del/la primer@, segund@ etc.
Resulta obvio que todo ser humano, aparte de pertenecer al orden humano y ser o bien hombre o bien mujer, tiene un tercer atributo que adquiere en el nacimiento: su posición en la constelación familiar.
El orden de nacimiento es otra causa de gran influencia en el destino del hombre. No penetra la totalidad del ser de una manera tan profunda como lo hace la distinción entre hombre o mujer.
Como reflexión personal, no sé cómo se ubicaría en la constelación todos los tipos de nuevas familias y herman@s ya que el libro fue escrito hace muchísimos años y la evolución del esquema familiar ha dado un giro tan impresionante que uno ya no sabe de qué forma colocar a los/las herman@s, hermanastr@, herman@s de padre, madre etc.
Pero está claro que arquetípicamente se siguen una serie de reglas que tiene mucha coherencia y son fáciles de comprender y de observar en la realidad.
El/la hij@ únic@: ese ser que suele mantenerse en el umbral, al abrigo del nido familiar sin aventurarse a dar el salto hacia la plenitud de la vida, sin estar ni aquí ni allá. Anhela ser como l@s otr@s niñ@s, estar con otra gente, pero su falta de fricción con otr@s herman@s y su relación intensa con adult@s, le mantiene en el umbral, más solitari@ que los demás, dependiente y protector de sus padres.
A partir de aquí existen dos grupos de hij@s primogénit@s: l@s hij@s unic@s y aquell@s que encabezan a sus hermanos y hermanas y entre estos dos grupos hay una gran diferencia.
Sobre l@s primer@s hij@s hay multiplicidad de esquemas familiares según el número de hermanas y hermanos que les sigan y si son niños o niñas, pero lo que sí está claro, según König, es que l@s primer@s hij@s llevan sobre sus espaldas el legado familiar y simbolizan y defienden el pasado, la tradición familiar.
El primer hijo preserva el pasado contra la embestida de cualquier nueva idea o acción.
Todos los hijos primogénitos trabajan sin parar, construyendo los cimientos del templo, sobre su sufrimiento y su intenso intercambio con los actos de la tierra.
El/la segund@ hij@ suele ser un/a rebelde, mucho más creativ@, más transgresor/a de convenciones y más explorador/a. L@s segund@s hij@s tienen una conexión muy potente con el mundo espiritual del que provienen y pertenecen más a ese mundo que a la Tierra.
Él sigue el curso de sus propios pensamientos y anhelos de regresar a la esfera de dónde salió. Su interés no reside en la tierra y sus necesidades tampoco. Sus ardientes deseos alcanzan las más altas esferas de toda existencia.
En cuanto al/la tercer hij@ nos encontramos con una figura muy difícil dentro del esquema familiar, pueden llegar a ser igual o más «problemátic@s» que l@s hij@s únic@s. L@s herman@s mayores se complementan y él aparece como un intruso, lejos de la esfera de sus padres e intentando hacerse un hueco entre sus herman@s. La soledad y el espíritu de inferioridad suelen caracterizarles.
Ell@s son innovadores, visionarios, viven en el futuro, así como l@s primer@s en el pasado y l@s segund@s en el presente. Y, en esa visión de lo que puede llegar a ser llegan a agotarse y desfallecer.
¿Y los terceros hijos? ¿qué queda para ellos? ¡Ellos son los constructores de los techos! Trabajan entre el cielo y la tierra y ayudan a cubrir la bóveda del templo. Ser tercer hijo es un oficio sublime y al mismo tiempo peligroso. Por ello tantos sucumben antes de alcanzar su meta.
Aquí sólo os presento un pequeño resumen pero ya podéis ver que es un tema complejo y que da mucho de sí.
¿ Conocíais este libro? ¿Habéis leído más sobre el tema?
¡Gracias por pasaros y felices y calurosos días (por fin 🙂 )
Malka
El post Hermanos y Hermanas ha aparecido por primera vez en Miss Red Cape