Que el movimiento es BÁSICO y esencial para el aprendizaje es algo que gracias a Dios cada vez se está haciendo más evidente. Hoy en día que a todo necesitamos ponerle una base científica, por fin la neurociencia se está poniendo de acuerdo con los estudios de Steiner y de tantos otros después de él.
Desde que estoy haciendo la formación Waldorf pienso una y otra vez: si es tan sencillo del modo que me lo explican, si tiene tanta lógica, si observando a cualquier niño vemos que esto es así ¿ por qué estamos haciéndolo todo tan absolutamente al revés? Luego los niños nos dicen con su malestar, sus enfermedades, su actitud…que algo no anda bien y ¿qué hacemos? les medicamos, les llevamos al psicólogo, les culpamos de toda esa «molestia» que están trayendo a nuestras vidas. Si nosotros no hemos marcado nuestros propios límites personales, físicos, anímicos y espirituales ¿cómo podemos enseñarles a ellos?
Es importante revisar nuestros propios hábitos, forma de vida, actitudes, luces y sombras… No siempre podremos poner un velo frente al espejo que son los hijos.
Los niños hoy en día están saturados de palabras, es en el movimiento que todo el sistema nervioso de un niño se organiza, se estructura y se forma. Es en el movimiento que se establece todo el sistema cognitivo.
Esta semana La Vanguardia se hace eco de la visita de Sally Goddard a España, podéis leer el artículo aquí. Estuvo hace unos días en la casa Rudolf Steiner de Barcelona para hablar de su libro «El niño bien equilibrado», una auténtica joya que os recomiendo 100%, aún no puedo hablaros de él porqué estoy a la mitad de su lectura.
¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a moverse más?
Siempre que nos acerquemos a la naturaleza acertaremos. La naturaleza es en sí una educadora increíble, ella en sí es movimiento continuo, ritmo, música…
Ahora que viene una época increíble en nuestro país es el momento de apagar la tele y los móviles y pasar más rato al aire libre. Por eso hoy os traigo este tutorial, súper sencillo y que les encanta, podéis hacerlo con ellos también, que elijan los colores que más les gusten y a jugar con el viento, a correr, a perseguir los hilos, a colgarlos, a ponérselos en la muñeca…en la sencillez está la clave. Y si les cortas las tiras más pequeñas es un excelente juguete para la CESTA DE LOS TESOROS, de la que hablábamos el otro día, perfecto a partir del tercer mes.
Necesitaréis un aro de madera. Yo, como siempre, confío en Lora Lora y los compro aquí , he comprado el de tamaño grande.
Las cintas las he comprado aquí pero podéis encontrarlas en cualquier mercería. No he conseguido encontrar en ningún sitio cintas de seda o material natural, si alguien conoce…por favor me lo decís.
Elegís los colores que queráis y los dobláis por la mitad. Nosotros lo preparamos un mediodía de calor en el jardín, siempre es mucho más placentero jugar con un objeto que te ha hecho un ser querido o que te has hecho tu mismo. El largo de las cintas ya es a elección personal.
Pasamos la cinta a través del aro doblada por la mitad.
Cogemos las cintas que cuelgan y hacemos un nudo, creo que en las imágenes se ve bastante claro.
Repetimos con el siguiente color que hayamos elegido.
Para que no se despeguen anudamos una cinta con la que tiene al lado y eso lo haremos cada vez que añadamos un color nuevo.
Y el resultado final es este. Sólo verlo te dan ganas de echar a correr.
Ya veis que son tutoriales muy sencillitos y que realmente pueden llegar a ser una invitación a moverse para vosotros y vuestros hijos.
¡Espero que os guste y os animéis a hacerlo! ¡y animéis a otros por supuesto :-)!
El post Aro de viento (DIY) ha aparecido por primera vez en Miss Red Cape
Un comentario en “Aro de viento (DIY)”