Arte, belleza, creatividad y moda

Que bailo, tejo, coso, escribo, pinto, leo y adoro estar rodeada de naturaleza, animales y buenos amigos, eso es algo que todos los que me conocen saben. O deberían saber.

Que como parte de esta búsqueda artística constante, adoro la ropa y la moda, también es conocido. Pero no como algo frívolo y consumista sino como una expresión de la belleza como otra. De mi propia y particular visión de la belleza, claro está, porqué tengo mi propio estilo personal.

Cuando vivía en la ciudad no tenía ninguna necesidad de sacarme fotos con mi ropa, pero cuando vine a vivir aquí, el entorno es tan explosivo y esplendoroso que no puedo evitar querer retratar cada momento con nosotros en él. Y la combinación perfecta para mi es la expresión a través de la ropa mezclada con el entorno natural. Lo disfrutamos de una manera increíble todos, retratar cada momento del año a través de los outfits y la naturaleza.

Por eso soy una pésima blogger comercial y dudo que ninguna marca quiera sponsorizarme en serio: no compro contínuamente, estoy a favor de consumir con cabeza, reutilizo la ropa años y años, me compro ropa vieja en rastros… Le doy otro sentido a la moda imagino.

Significa tener una vía de expresión propia, como tantas otras. Cuando la moda te atrapa es el problema.

A mi me encanta arreglarme y hacer combinaciones imposibles, como dicen mis amigos, pero suelo pasar la mayor parte de la semana en chándal debido a mi trabajo, y eso no me causa ningún stress. Salgo a pasear a las perras casi en pijama muchas veces, o me voy a los sitios más arreglados con mi chándal y mi mochila (sea una cena, al cine o dónde haga falta) y de repente, si no tengo clases, para ir a tomar el café me arreglo como en las fotos. A mi modo.

Y eso no ha sido ningún impedimento para ser madre. Una vez me quedé horrorizada al oír una madre que decía que si veía a una mujer con tacones o arreglada, inmediatamente sabía que no era una buena madre. Me pareció tan simple, tan machista y tan limitante, para ella mismo incluso. La mayoría de las veces somos nuestras propias enemigas.

 

 

 

De la misma forma que tampoco nunca he podido entender que alguien deje de ponerse algo por el miedo al «qué dirán» convirtiéndose luego en la peor crítica con el resto de mujeres que sí se atreven. Si algo te gusta, hazlo a menudo, dice una gran frase. Y es aplicable a todo en la vida. Que seas tú el que viva tu vida y no la vida la que te viva a ti porqué al fin y al cabo, como dice otra gran frase universal: no estamos aquí para cumplir las expectativas de nadie.

Es importante expresarse con aquello con lo que nos sentimos cómodos, sobretodo sin miedo a ser juzgados.

Las cosas más importantes en la vida son gratis. Las segundas más importantes, son carísimas. Coco Chanel

 

 

 

 

 

 

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