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Si alguna, entre muchas cosas, tengo que agradecerle a mi madre, es el habernos inculcado el hábito de la lectura desde muy pequeños. Primero leyéndonos ellos cada noche y durante el día (no olvido esa mecedora de mi casa frente a la chimenea) y luego convirtiéndonos en lectores voraces desde muy pronto. Mi madre nos compraba muchísimos libros, de diferentes autores, pero todos de calidad: Astrid Lindgren, Roald Dahl, Andersen, Grimm, Carroll… Y gracias a sus amigos intelectuales pude también tener en mis manos ediciones increíbles con dibujos originales. Sin olvidar los Don Miki que nos compraba el abuelo cada semana y que también llenaron mi infancia de historias y imaginación. Yo reconozco que no soy tan anti-Disney como se supone que «hay que ser» :-).
Con eso quiero decir que la importancia de los cuentos la viví de forma experiencial desde muy pequeña, fuera de conceptos teóricos. Es ahora cuando he podido entender porqué eran tan importantes para mi, porqué son tan importantes para mi hija y porqué se están volviendo cada vez más imprescindibles en el mundo que vivimos.
«Cuentos Sanadores» debería ser un imprescindible para los padres, maestros y terapeutas.
Y no encuentro mejor manera que citar algunas célebres frases que definen muy bien la importancia de los cuentos en las etapas infantiles:
«Es fácil olvidar lo misteriosos y poderosos que son los cuentos. Hacen su trabajo en silencio, de forma no visible. Trabajan con todo el contenido de la mente y del yo. Se convierten en parte de uno mismo mientras nos cambian» Ben Okri
Sobretodo a partir de los 3 años, dónde nace la etapa de fantasía creadora en l@s niñ@s:
«También los cuentos de hadas son criaturas de fantasía creadora, nacidos en un tiempo en que la humanidad vivía en su etapa de fantasía creadora. Su contenido, si se trata de los genuinos cuentos populares, enfoca siempre las grandes verdades de la vida y de la muerte, del bien y del mal, del florecimiento del alma en la humildad y de su endurecimiento en la altanería. Su contenido está constituido por las profundas verdades que emanan del mundo del espíritu creador; la forma corresponde a la infantil fantasía creadora». El Primer Septenio Ed. Rudolf Steiner.
«Los cuentos de hadas son más que reales; no porqué les enseñan a los niños que los dragones existen sino porqué les enseñan que se pueden vencer». Chesterton
Y como dice la propia autora en el libro:
» Los cuentos de hadas, en el sentido amplio del término, es decir, los cuentos populares de culturas de todo el mundo, hablan un lenguaje común que es comprendido por los niños y que se considera valioso para ellos en todo el mundo. Al tratar de comportamientos y situaciones arquetípicas y universales, hablan a la individualidad en ciernes del niño y alientan su desarrollo. Los cuentos populares a menudo tienen una cualidad atemporal. Satisfacen el profundo anhelo de lo maravilloso en los niños y ofrecen consuelo y esperanza. La profundidad de su sabiduría es un contrapeso saludable frente a nuestra época materialista, y su magia los hacen valiosos para todos los niños».
Y como resultado a esta época materialista y desnaturalizada en que vivimos, nos hallamos con muchos comportamientos llamados «difíciles» en los niños de hoy en día. A través de su biografía personal la autora nos habla de cómo enfrentar estas situaciones a través del cuento. El cuento es capaz de «hablarle» a la causa de ese comportamiento, en un lenguaje que los niños pueden entender: sin culpa. sin moralina… Usando el lenguaje, metafórico, la rima, el humor incluso…Y al «hablarle» a la causa y ofrecerle una alternativa sin generarle, como hemos dicho, culpa, el niño es capaz de encontrar una salida, consuelo y opciones al sentimiento u emoción que le llevaba a esa acción «difícil» para él y para su entorno.
La autora nos regala los cuentos que ella ha ido escribiendo y recopilando a lo largo de estos años adaptados un poco a cada situación, lejos de querer etiquetar al niño, pero como forma de distribuirlos ordenadamente.
Nos da las herramientas también para que podamos analizar diversos cuentos y ver a qué situaciones podemos adaptarlos y a la vez nos da las claves para poder escribir nuestros propios cuentos.
A nivel personal, se han convertido en una herramienta muy poderosa en casa, en cuestiones muy rutinarias como peinar, vestir, lavarse los dientes… Lo que antes costaba una «batalla» ahora se resuelve con un cuento o una canción. Es ver cómo la cara de mi hija cambia o casi como si se «hipnotizara» cuando en una situación que antes costaba un discurso racional que ella no podía entender ahora le cuento un cuento o le canto una canción. De repente entramos en la misma sintonía y ya no hay riña ni lucha. Y es divertido usar mi propia imaginación para crear historias sobre peines, abrigos que necesitan niños dónde posarse, flores que quieren ver a perros pasear, zapatos que necesitan estar juntos para jugar…
Y poco a poco, como madre y maestra, voy comprendiendo la importancia de entretejer ritmo diario, con canciones y cuentos. Es hablarles «en su lenguaje» , es entrar en su mundo y en su energía y las cosas fluyen. Me doy cuenta cada vez más que Violette no puede comprender ciertos conceptos racionales, no son su idioma, pero lo mismo e incluso con más profundidad puedo explicarle a través de cuentos, rimas y canciones.
Y lo mismo estoy aplicando a todas mis clases de danza con resultados espectaculares y ninguna afonía:-).
Y para los que viváis en Barcelona, en la Casa Rudolf Steiner se organizan talleres del libro varias veces al año, alguno incluso con la propia autora:
http://casarudolfsteiner.com/casarudolfsteiner/event/cuentos-sanadores-auria-g-galceran/
Y citando a la autora de nuevo:
«Todos los cuentos tienen un potencial terapéutico o sanador. Si hacen reír a la gente, la risa puede ser curativa. Si hacen llorar, el llanto también puede ser curativo. Los cuentos populares y de hadas, a través de sus temas universales y de sus soluciones, tienen potencial sanador. Pueden ofrecer esperanza y dar valor para afrontar las pruebas de la vida y ayudar al que escucha a encontrar la forma de seguir adelante».
Algunas personas creen que el mundo está hecho de átomos. Yo creo que el mundo está hecho de cuentos. ¿Ustedes que creen? Pluma de Águila que flota.
El post Cuentos Sanadores ha aparecido por primera vez en Miss Red Cape