The 52 project: «Un retrato de mi hija, una vez a la semana, cada semana, a lo largo de 2014»
«Par de dos… «
Estos días me ha dado por pensar qué haría diferente si tuviese otro hijo. Es muy distinto mirar las cosas con perspectiva, sin estar (tan) poseído por las hormonas, por la vulnerabilidad que te da el ser madre primeriza y el querer hacerlo muy bien (maldito perfeccionismo). La mayoría de las cosas las haría exactamente igual, quitaría toda la parte de carga emocional que me ha perturbado, pero eso es como decir que en otra vida me quitaría todas las piedras del camino, me refiero que uno no sabe cómo va a sentirse o a cuántos de sus propios fantasmas va a enfrentarse cuando se es madre por primera, segunda o quinta vez, Lo que tengo claro es que seguiría mi instinto, sí o sí, alejada de modas o tendencias, este al fin y al cabo, ha sido mi gran aprendizaje en este año. Formamos parte de un enorme experimento científico. Lo que me hace sentir triste,tonta y enfadada a partes iguales. En el curso preparto nos recomendaron, razonaron científica y emocionalmente todos los beneficios del colecho, por poner un ejemplo. Y una claro, lo quiere hacer bien. En mi caso el colecho ha sido un auténtico fracaso, un absoluto fracaso: no dormíamos nadie: yo estaba en alerta y no dormía, la niña se despertaba porqué yo no paraba de moverme, no cabíamos en la cama, mi chico no descansaba y tenía que ir a trabajar, cuando la niña dormía yo no podía, cuando yo me dormía ella se despertaba, cuando la conseguía dormir otra vez el padre roncaba….En fin, un calvario en el que insistí 7 meses y que para mi ha sido la causa de todo nuestro cansancio infinito, mal humor, sensación de depresión y desesperación. Con el dormir no se juega, En mi caso fue cuando llevamos a la niña a su habitación que empezamos a dormir todos mejor… En nuestra familia, por nuestras características, el colecho no funciona y no tienen por qué hacerme sentir culpable las comadronas del centro dónde me han hecho el seguimiento, ni los fans de C.G. el súper pediatra (ehem), ni nadie, Pues sí, durante mucho tiempo me han querido hacer sentir culpable y mala madre porqué literalmente, al llevar a Violette a su habitación: rompía el vínculo emocional con la madre, se sentía abandonada (aunque me levante las veces que haga falta y nunca la deje llorar, como decía la moda anterior), se le bloqueaba la amígdala del miedo, generaría baja autoestima e inseguridad…. Fantástico. No sirve el amor que recibe todo el día, los mimos, el que su madre esté dedicada a ella…No sirve nada. Hoy en día si no tienes una teta y una cama gigante, nada sirve de nada. Hoy en día si no eres una madre hipersacrificada que cede su vida para que su hij@diga mu y tenga todo lo que necesite no sea que sienta abandono, eres una pésima madre. Y he descubierto en estos meses de hipersacrificio, porqué ya digo que yo quería hacerlo muy bien y no crearle ningún trauma a mi hija, que no había nadie para curar mi soledad, mi abandono, mi inseguridad, nadie atendiendo mis lloros, mi falta de descanso… y juro que no era una teta ni dormir con mi madre lo que necesitaba, sino profesionales capaces de decir: lo estás haciendo bien, no todo el mundo tiene que criar igual a sus hij@s porqué no hay ningún hij@ igual que otro, ni ninguna madre igual que otra, tu hija está bien, está querida y atendida, no pasa nada…etc etc. Y no profesionales sujetos a una moda que a mi casi me forzaron al colecho y tres meses después, LITERAL, lo dejaron de recomendar porqué habían muerto 6 niños asfixiados por colecho en la ciudad.
¿Y qué decir del sentimiento de abandono? que me ha llevado un año entender que el sentimiento de abandono es inherente en el ser humano y que sin él no habría búsqueda, ni obras de arte, ni descubrimientos científicos. Y quizá sí, quizá fue porqué mi madre me metió en la cuna desde el primer día y dejó de darme el pecho a los seis meses que yo soy bailarina. En ese caso, ¡gracias!
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