¿Cómo se puede ser mamá bloguera, con academia de baile y viviendo lejos de la familia? Con montones de proyectos aparcados en el cajón o en listas interminables de ideas apuntadas en hojas sueltas, en el móvil…sintiendo que no llegas a nada. Con unas ojeras enormes y mucho cansancio. Priorizando, que en mi caso la prioridad tiene un nombre y es Violette. Y se pueden contar con los dedos de la mano y te sobrarían dedos, las veces que me he separado de ella desde que nació, y cumplirá pronto nueve meses, pero no he podido separarme, ni he tenido el entorno ni tampoco he sentido la necesidad. Ella va conmigo a todas partes. Es difícil. Se postea cuando echa la siesta o con ella dormida en brazos y con una sola mano al teclado, sobretodo cuando era más pequeña; se sacan fotos con ella dormida en la mochila portabebés encima de su padre, o curioseando en la silleta. Por supuesto, olvidándose una casi de peinarse, ponerse a punto o pintarse las uñas, eso son lujos que sólo tengo de vez en cuando, en siestas largas.
Pero es curioso porqué la maternidad te quita tiempo pero te da sobredosis de creatividad que, compatibilizada con el horario de un bebé se convierte en misión imposible: cantidad de DIY parados o a medio hacer, coreografías en la cabeza pero sin poder bailarlas…Si encima tienes un bebé que se despierta mucho durante la noche, como es mi caso…todo es: para el año que viene…Para cuando durmamos una noche entera (¿qué es eso?). Arañar ratos para sacar fotos y ratitos para postear, manteniendo el blog activo sin poder hacer mucho más, ahora mismo es un lujo.
Y aún así no cambiaría por nada la situación, crece muy rápido y cada día sientes un poco de añoranza del anterior a la vez que te alegras de que vaya creciendo y todo sea un poco más fácil. Son sentimientos contradictorios todo el día, siempre terminando en un: es lo mejor que me ha pasado en la vida. Si ya durmiese, entonces tendría cuatro ;-P.
Y después de un duro invierno, la vida nos regala primaveras como esta, con paseos interminables con mi familia y una bebé que no para de reír y si te descuidas se coge ella misma las cerezas de los árboles y se las come. Y pienso que ya habrá tiempo de rescatar los proyectos del cajón, de tacharlos de las listas, pero nunca se puede rescatar o tachar la infancia no vivida de un hij@, así que prefiero aprovechar cada momento junto a ella.
Vestido: Massimo Dutti
Sombrero: Oysho
Gafas: Cat Eye Sunglasses via Modcloth
El post Mamá bloguera ha sido publicado por primera vez en Dream a little dream of me