A dos días de llegar a término mi embarazo y aún sigo colgando fotos de las vacaciones, aquí de 34 semanas. El día 2 de agosto se cumplen 37 semanas, empieza para mí la verdadera cuenta atrás y, a pesar de los calores, pies hinchados y demás, espero que se quede dentro de mi tripa todo el tiempo que le sea posible, pues creo que no hay lugar más protegido en todo el Universo. A Phoebe la esterilizamos dentro de dos días y, a pesar de ser un tema que me genera muchísima duda, parece ser que en su caso será lo mejor. No lo sé, lo dejo en manos de su otro dueño porqué yo estoy tan sensible que sólo de pensarlo me angustio. ¡Está tan loca y se hace querer tanto! Mis dos niñeras asistentes… 🙂
Estoy disfrutando mucho esta última etapa del embarazo, pensando en vivir el momento y, al mismo tiempo en qué recuerdo quiero tener de todo este proceso, dado que no ha sido fácil y ha sido un camino iniciático del todo. Aún me cuesta escribir sobre lo que siento y opino porqué aún me siento en un mar de emociones y una montaña rusa de sensaciones. Siento que he crecido, que he cambiado para siempre, que he disfrutado y que me he permitido vivir una experiencia que no se va a repetir en la vida. Me gustaría, en muchas cosas poder decir aquello de: ¿me das otra oportunidad? y lo viviría muy diferente. O quizás no, es difícil controlar el tema hormonal, emocional y químico. Siento que tengo muchas cosas que decir, muchas que aún colocar. En momentos creo que cuando nazca la pequeña, como no tendré tiempo de muchos trapitos, quizás será el momento de poner todas esas cosas en escrito sobre esta pantalla, entre toma y toma de leche y de mimos eternos. Tengo ganas de verte, pero aún no, quédate en mi tripa un tiempo más.
Sombrero: Kling
Vestido: Asos Maternity
Zapatos: Menorkinas
Bolso: DiKsi
Gafas: Modcloth