La grulla era el pájaro de Apolo, el dios del sol, y su danza era la danza de la alegría y la celebración de la vida. Los antiguos griegos disfrutaban contemplando las migraciones de las grullas y gustaban de representarlas en su arte, su formación triangular y sus fuertes gritos que ayudaban a mantener a la bandada unida. La grulla también era muy admirada por su conducta ordenada y su resistencia. De todas las aves, la grulla es la única que vuela entre sus destinos sin ninguna parada. Observando las migraciones regulares de la grulla, uno puede decir que la primavera o el otoño se están aproximando.
Junto con el fénix, la grulla es el pájaro más poderoso y que mejor representa la buena fortuna. Es el pájaro de la inmortalidad y se identifica normalmente con los atributos de la longevidad, la felicidad y el vuelo sin sobresaltos. Se considera que la presencia de la grulla en la casa o el jardín trae armonía y felicidad a la casa.