Kling Sale Skirt

Mientras sacábamos estas fotos, Phoebe jugaba, como siempre, a encontrar animales en los matorrales. Se mete hasta el fondo y luego va llena de pinchos. hojas, parece Jesucristo en la cruz ;-P, con perdón por la broma. Ayer se desgarró la oreja enganchándola a un arbusto o a una rama, no sé, pero la oreja sangra muchísimo, así que dejamos un buen caminito de sangre hasta casa. Como Hansel y Gretel pero en versión Festival de Sitges. Si se quiere coser la oreja para que quede divina, hay que dormirla y ¡¡¡costaba 380 euros!!! Por estética…Antes me pongo yo un poco de botox y que a la perra le quede un poco de cicatriz.

Como yo soy un poco Dra. Queen (además Malka significa Reina en hebreo) y Jordi es un manitas, con mis ungüentos homeopáticos y los puntos de sutura de papel que tenía Jordi en su botiquín de entrenador de niños, le dejamos la oreja divina. La última vez que se hizo un boquete, el veterinario le puso grapas y me cobró casi cien euros. Grapas que se cayeron a los diez minutos. Yo la estuve curando con caléndula y walnut y no le quedó ni cicatriz, a lo que el veterinario dijo: ¿Ves? si no le hubiésemos puesta grapas ahora tendría una buena cicatriz… Y yo: sí sí…claro… Que a los veterinarios hay que tenerlos contentos que, con lo bruta que es Phoebe no se sabe cuándo le podemos necesitar aunque, estamos seriamente pensando, no es broma, comprar una máquina de esas de grapar heridas perrunas, porqué…seguro que en menos de un año ya la hemos amortizado.

Pasando al tema moda: este abrigo Burberry es una de esas herencias Vintage de las tías ricas de mi madre, que voy guardando como un tesoro. Me encantan las mercerias de Pamplona, de hecho es en el único sitio que conozco dónde aún existen tantas mercerias. Compré el año pasado estas medias térmicas que llevo en las fotos que son una pasada. Por dentro están forradas de forro polar. Así que ya puedo decir eso de: – ¿Frío yo?…¡Nunca!