El regreso de Milonga a nuestras vidas después de acompañarla a «morir», llorarla y despedirla. La lucha por un rayito de sol en estos días en los que el frío se empieza a meter dentro de uno.
Tazas invernales, regalo de Maite. La niebla cubriéndolo todo y helando las telarañas por la mañana. Dibujo de los niños de la Compasión sobre el otoño.
Mal servicio, carísimo y mala comida en el Foster’s de Pamplona. La funda de mis gafas Dior, posiblemente lo único que tendré de la marca en mi vida. Otro regalito: slippers con bigotes. Espera en la consulta del médico.
Maravillos e increíbles despertares y paseos matutinos cada día. Dando gracias por la belleza de lo que me rodea, de cada momento, de cada cambio de estación.
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