Instantáneas de estos días, cuando el otoño se ha instalado ya definitivamente y todo el pueblo huele a humo, a leña quemada, a niños y adultos junto al fuego. El verde empieza a crecer de nuevo y las lluvias han convertido las entradas de nuestras casas en refugios de montaña, con botas y abrigos llenos de barro y huellas de perro mojado en el suelo. Esperando la nieve…
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